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Mediación Intercultural

Mediación Intercultural


Sumario

A través de los tiempos, la Mediación Intercultural en China se ha convertido en un método preferido para la Resolución de Disputas, a la par de preservar la paz social en un país de grandes extensiones y disímil orografía, con población de variados orígenes étnicos. Analizamos sus condiciones subyacentes comparadas con las existentes en la República Argentina y proponemos alternativas de implementación de tal método como sistema para la Resolución de Disputas.

Antecedentes de la República Popular China


Introducción


La situación china

En la historia de los orígenes de la humanidad se destacan cuatro civilizaciones como las más antiguas, siendo éstas Babilonia, China, Egipto e India.

Una diferencia entre ellas es la consistencia, continuidad y sucesión en el tiempo, y en el caso de la civilización China se verifica un caso único de persistencia a lo largo de más de 5.000 años de historia documentada, lapso en el cual no ha verificado quiebres sustanciales, a pesar de haber atravesado circunstancias turbulentas, tanto en el aspecto social como en el político.

Tal civilización se ha enriquecido por el aporte efectuado por poblaciones de diversos orígenes y procedencias, y aunque al presente la etnia ‘Han’ engloba al 91,5 % de los 1.350 millones de habitantes de la actual República Popular China, hay 55 etnias más que han contribuido y continúan contribuyendo a la riqueza y variedad cultural. De tal suerte, la realidad de la China del siglo XXI es polifacética, en cuanto a que distintos sistemas de valores, sicologías, creencias y tradiciones modelan y condicionan la conducta de sus habitantes.

Como consecuencia de la muy diversa orografía, la ubicación geográfica, las diferencias de volumen demográfico y las grandes distancias involucradas en el territorio, existe una brecha entre los segmentos más desarrollados de la sociedad china y aquellos residentes en áreas alejadas de los principales centros urbanos. Con la aspiración de cerrar esta brecha, el gobierno de la República Popular China diseña y revisa políticas específicas para implementar proyectos de diversa índole, tendientes a integrar las diversas comunidades, sin por ello dejar de preservar la identidad cultural tradicional de las minorías étnicas.

Grupos étnicos

Con la finalidad de unificar criterios y poder apreciar los problemas que enfrenta la civilización china como un conjunto social, veremos en primera instancia cuáles son las características principales de un grupo étnico.

Idioma distintivo

El idioma o lengua es un sistema de comunicación verbal o gestual propio de una comunidad humana y no debe confundirse con un dialecto, que es una variante de la lengua, asociada con una determinada zona geográfica. El idioma distintivo de una minoría étnica es aquel que posee características propias en cuanto a gramática y fonética.

Territorio natal reconocible como tal

Significa esto que existe un área geográfica, comprendida dentro de los límites geográficos y políticos de un país, del cual es originaria una minoría étnica y con el cual se identifican historia, mitología, usos y costumbres de esa minoría étnica.

Usos y costumbres propios

Este aspecto abarca una serie de ritos, conductas y prácticas sociales arraigadas, que abarcan desde la vestimenta a la comida, así como rituales propios de bautismo, matrimonio, iniciación, defunción, religión, construcción, arte y que constituyen la heredad cultural propia de la comunidad, digna de preservar.

Sentido de identidad propia

Existe un fuerte sentimiento de pertenencia a la etnia en relación a los otros miembros, así como relaciones históricas de amistad y enemistad con otros grupos étnicos.

Grupos étnicos en China

La República Popular China es un país multiétnico unificado, con 56 grupos étnicos identificados. Aparte de la etnia Han, que es mayoritaria, abarcativa de más del 91 % de la población, el resto se distribuye entre 55 grupos, 18 de los cuales cuentan con una población superior a un millón de habitantes, 13 con más de 100 mil habitantes, y 7 con menos de mil individuos. Todas las etnias en China gozan de igualdad según la ley. El Estado protege sus derechos e intereses legítimos, y aplica los principios de igualdad, unidad, ayuda mutua y prosperidad común en el manejo de las relaciones entre los diversos pueblos étnicos.

1. Etnia han: Unos 1.159 millones de personas, que constituyen la etnia principal de China. Viven en todo el país, principalmente en los valles del Río Amarillo, el Yangtsé, el río de las Perlas y la llanura Songliao. La lengua han (chino) es de uso común para este grupo y la gran mayoría de las etnias minoritarias.

2. Etnia mongola: Más de 4,8 millones de personas. Habitan más en la región autónoma de Mongolia Interior y en Xinjiang, Qinghai, Gansu, Liaoning, Jilin y Heilongjiang. Antes eran un pueblo nómada y ahora han pasado a la vida sedentaria en lo básico. Tienen lenguas oral y escrita propias.

3. Etnia hui: Constituída por 8,6 millones de personas. Aparte de su comunidad principal en la región autónoma de la etnia hui de Ningxia, habitan por todo el país. Su religión es el islamismo.

4. Etnia uigur: Integrada por 7,2 millones de personas. Habitan más en la región autónoma uigur de Xinjiang y profesan el islamismo. Usan el uigur oral y escrito.

5. Etnia miao: Alrededor de 7,4 millones de personas, de distribución amplia. Además de tener comunidades en Guizhou (50 % de los miaos), Yunnan y Hunan, viven también en Guangxi, Sichuan y Hainan. Tienen lengua oral y escrita propia.

6. Etnia yi: Cerca de 6,58 millones de personas. Es una de las etnias más antiguas de China. Habitan principalmente en Yunnan, Sichuan, Guizhou y el noroeste de Guangxi. Su distribución es dispersa, pero tienen comunidades pequeñas. Cuenta con lengua oral y escrita propia.

7. Etnia buyei: Unos 2,54 millones de personas. La mayoría habita en el sur de la provincia de Guizhou y el resto en Yunnan, Sichuan y Guangxi. Usan la lengua oral y escrita buyei y también la lengua escrita han.

8. Etnia coreana: Alrededor de 1,92 millones de personas, cuya comunidad principal es la prefectura autónoma de la etnia coreana de Yanbian, provincia de Jilin. Los restantes viven en Heilongjiang, Liaoning y Mongolia Interior. Tienen lengua oral y escrita propia.

9. Etnia man: Más de 9,84 millones de personas, la segunda etnia minoritaria más grande de China después de la zhuang. Habitan principalmente en el nordeste de China, sobre todo en la provincia de Liaoning, y el resto en algunas ciudades grandes y medianas.

10. Etnia zhuang: Es el grupo minoritario más numeroso de China y tiene más de 15,5 millones de personas. De ellas, 13 millones viven en la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, y el resto en las provincias vecinas de Yunnan, Guangdong, Guizhou y Hunan. Usan la lengua oral y escrita zhuang y también la lengua escrita han.

11. Etnia dong: 2,51 millones de personas, distribuidas más en las fronteras entre Guizhou, Hunan y Guangxi. Tienen lengua oral y escrita propia.

12. Etnia tibetana: Unos 4,6 millones de personas, de las cuales 2,1 millones habitan en la región autónoma del Tíbet y el resto en las provincias de Sichuan, Gansu, Qinghai y Yunnan. Profesan el budismo tibetano y usan la lengua tibetana oral y escrita.

13. Etnia yao: 2,13 millones de personas, distribuidas más en Guangxi, Hunan, Yunnan, Guangdong, Guizhou y Jiangxi. Tienen lengua oral propia y usan la lengua escrita han.

14. Etnia bai: Cerca de 1,6 millones de personas. La mayoría vive en la prefectura autónoma de la etnia bai de Dali, provincia de Yunnan, y el resto en Guizhou, Sichuan y Hunan. Profesan el budismo y usan la lengua oral bai y la lengua escrita han.

15. Etnia tujia: Más de 5,7 millones de personas. Habitan principalmente en la prefectura autónoma de las etnias tujia y miao de Xiangxi, provincia de Hunan, y en la prefectura autónoma de las etnias tujia y miao de Enshi, provincia de Hubei. Los otros viven en las provincias de Sichuan y Guizhou. Hablan en tujia y leen y escriben en han.

16. Etnia hani: 1,25 millón de personas. Son agricultores y habitan en las áreas montañosas entre los ríos Honghe y Lancang en el sur de la provincia de Yunnan. Tienen fama por su "cultura de los campos en terrazas". Poseen lengua oral y escrita propia.

17. Etnia kazaka: Más de 1,11 millón de personas. Habitan más en ciertas zonas de la región autónoma uigur de Xinjiang, y el resto en algunas partes de las provincias de Gansu y Qinghai. Profesan el islamismo. Poseen lengua oral y escrita propia.

18. Etnia dai: 1,02 millones de personas. Habitan en Xishuangbanna de Yunnan y otras zonas. La mayoría profesa el budismo del vehículo menor. Hablan dai y leen y escriben en dai y han.

19. Etnia li: Más de 1,11 millón de personas. Habitan principalmente en las partes central y sureña de la provincia de Hainan. Hablan li y leen y escriben en han.

20. Etnia lisu: Unas 580.000 personas. Habitan más en el norte de la provincia de Yunnan y en la frontera de ésta con la provincia de Sichuan. Tienen lengua oral y escrita propia.

21. Etnia va: Cerca de 350.000 personas, distribuidas principalmente en el suroeste de Yunnan. Poseen lengua oral y escrita propia.

22. Etnia she: 630.000 personas. Habitan en su mayoría en las zonas montañosas de las provincias de Fujian y Zhejiang, y el resto en las provincias de Jiangxi, Guangdong y Anhui.

23. Etnia gaoshan: 400.000 personas. Habitan más en la zona montañosa central y los valles orientales de la provincia de Taiwan. Es la minoría principal de la isla. El resto vive disperso en las provincias de Fujian y Zhejiang y otras áreas costeras de la parte continental del país. Tienen lengua oral propia.

24. Etnia lahu: Más de 410.000 personas, habitan principalmente en el valle del río Lancangjiang, en el suroeste de la provincia de Yunnan. Poseen lengua oral y escrita propia.

25. Etnia shui: Más de 340.000 habitantes. Viven principalmente en el sureste de la provincia de Guizhou, y el resto en el oeste de la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi. Hablan shui y leen y escriben en han.

26. Etnia dongxiang: Más de 370.000 personas. Habitan más en la provincia de Gansu, pero también en algunas partes de Qinghai, Ningxia y Xinjiang. Hablan dongxiang y leen y escriben en han.

27. Etnia jingpo: Cerca de 120.000 personas. Sus antepasados vivían en el sur de la meseta Qinghai-Tíbet y luego emigraron hacia el sur. Hoy habitan principalmente en algunas zonas del oeste de la provincia de Yunnan. Tienen lengua oral y escrita propia.

28. Etnia bulang: Cerca de 80.000 personas. Habitan principalmente en el distrito de Menghai y las áreas cercas de la prefectura autónoma de la etnia dai de Xishuangbanna, provincia de Yunnan. Hablan bulang y leen y escriben en han.

29. Etnia kirguiz: Unas 140.000 personas. Viven principalmente en el suroeste de Xinjiang. Es una etnia nómada que ha pasado a la vida sedentaria. Poseen lengua oral y escrita propia.

30. Etnia tu: Más de 190.000 personas. Viven principalmente en el este de la provincia de Qinghai. Hablan tu y leen y escriben en han.

31. Etnia daur: Más de 120.000 personas, en ambos lados del río Nenjiang en el nordeste de China, así como en la prefectura de Tacheng, Xinjiang. Hablan daur y leen y escriben en han.

32. Etnia mulao: 160.000 personas. El 90 % habita en el distrito autónomo de la etnia mulao de Luocheng, en la zona montañosa noroccidental de Guangxi. Hablan mulao y leen y escriben en han.

33. Etnia qiang: Más de 190.000 personas, principalmente en el distrito de Maowen de la prefectura autónoma de las etnias tibetana y qiang de Aba, provincia de Sichuan. Es una etnia antigua. Hay registros de esta etnia en conchas con inscripciones de la dinastía Yin de hace más de tres mil años. Hablan qiang y leen y escriben en han.

34. Etnia salar: Unas 90.000 personas, principalmente en algunas zonas de Qinghai, Gansu y Xinjiang. Hablan salar y leen y escriben en han.

35. Etnia tajik: Más de 30.000 personas. Viven en la meseta de Pamir en el suroeste de la región autónoma uigur de Xinjiang. Se dedican a la ganadería, pero también a la agricultura. Hablan tajik y leen y escriben en uigur.

36. Etnia maonan: Más de 70.000 personas, principalmente en el distrito de Huanjiang, en el noroeste de la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi. Hablan maonan y leen y escriben en han.

37. Etnia gelao: Unas 440.000 personas. Habitan más en el distrito autónomo de la etnia gelao de Wuchuan y el distrito autónomo de las etnias gelao y miao de Daozhen, provincia de Guizhou. El resto vive en Yunnan y Guangxi. Hablan gelao y leen y escriben en han.

38. Etnia xibe: Más de 170.000 personas. La mayoría habita en el distrito autónomo de la etnia xibe de Qapqal en la prefectura de Yili, Xinjiang, y en las provincia de Liaoning, Jilin y Heilongjiang. Tienen lengua oral y escrita propia.

39. Etnia achang: Más de 27.000 personas. Su comunidad está en los distritos de Longchuan y Lianghe en la prefectura autónoma de las etnias dai y jingpo de Dehong, provincia de Yunnan, pero la mayoría tiene aldeas separadas de las de las etnias dai y han. Hablan achang y leen y escriben en han.

40. Etnia primi: Más de 29.000 personas, habitan principalmente en la zona montañosa noroccidental de la provincia de Yunnan. Sus antepasados llegaron del noroeste de China y son una de las minorías cuyas rutas de emigración fueron las más largas. Hablan primi y leen y escriben han.

41. Etnia nu: Más de 27.000 personas. Viven más en ambos lados del río Nujiang, en la provincia de Yunnan, pero mezclados con otras etnias. Hablan nu y leen y escriben en han.

42. Etnia uzbeka: Más de 14.000 personas. Habitan dispersos en el sur y el norte de la región autónoma uigur de Xinjiang y viven en paz con las etnias uigur y kazaka. Tienen lengua oral y escrita propia.

43. Etnia rusa: Más de 13.000 personas en territorio chino. La mayoría vive en Yili, Tacheng, Altay y Urumqi de la región autónoma uigur de Xinjiang, y los otros en la provincia de Heilongjiang y la región autónoma de Mongolia Interior.

44. Etnia ewenki: Más de 26.000 personas, principalmente en la liga de Hulun Buir de la región autónoma de Mongolia Interior y algunos lugares de la provincia de Heilongjiang. Es la única etnia china que vive de la cría de ciervos. Hablan ewenki y leen y escriben en mongol o han.

45. Etnia naxi: Más de 270.000 personas, principalmente en la prefectura de Lijiang, provincia de Yunnan. La escritura Dongba que ellos crearon más de mil años atrás es el único idioma ideográfico más completo conservado hasta ahora en el mundo. Hablan naxi y leen y escriben en han.

46. Etnia bao’an: Unos 12.000 personas. Viven en la provincia de Gansu. Es una nueva etnia formada a través de intercambios y matrimonios entre mongoles creyentes del islamismo, huis, hans, tibetanos y tus desde la dinastía Yuan en el siglo XIII. Hablan bao’an y leen y escriben en han.

47. Etnia de’ang: Más de 15.000 personas. La mayoría habita dispersa en la provincia de Yunnan. Hablan de’ang y leen y escriben en han.

48. Etnia yugur: Más de 12.000 personas. Los más habitan en el distrito autónomo de la etnia yugur y el cantón de la etnia yugur de la ciudad de Jiuquan, en el sur la provincia de Gansu. Hablan yugur y leen y escriben en han.

49. Etnia tártara: Más de 5.000 personas. Viven principalmente en las ciudades de Yining, Tacheng y Urumqi de Xinjiang y profesan el islamismo. Tienen lengua oral y escrita propia.

50. Etnia lhoba: Apenas algo más de 2.300 personas. Sus comunidades están en los distritos de Mamling, Medog, Zayü, Longzi y Langxian, en la prefectura de Nyingchi del Tíbet. Es la etnia menos numerosa de China. Hablan lhoba y leen y escriben en han y tibetano.

51. Etnia jino: Unas 18.000 personas, en el cantón de la etnia jino de la prefectura autónoma de la etnia dai de Xishuangbanna, provincia de Yunnan. Hablan jino y leen y escriben en han.

52. Etnia derung: Más de 5.800 personas. Los más viven en los valles de ambas orillas del río Dulong, en el oeste de la provincia de Yunnan. Hablan derung y leen y escriben en han.

53. Etnia oroqen: Más de 7.000 personas, principalmente en la liga de Hulun Buir de la región autónoma de Mongolia Interior. Hablan oroqen y leen y escriben en han.

54. Etnia hezhe: Más de 4.200 personas. Habitan principalmente en las orillas de los ríos Heilongjiang y Usulijiang, en el este de la provincia de Heilongjiang. Es la única etnia china que vive de la pesca. Hablan hezhe y leen y escriben en han.

55. Etnia monba: Unas 7.500 personas, principalmente en los distritos de Medog y Hecuona de la región autónoma del Tíbet. Hablan su lengua propia y leen y escriben en tibetano.

56. Etnia jing: Más de 18.000 personas. Sus comunidades son las aldeas naturales Wanwei, Shanxin, Wutou y Tanji en la ciudad portuaria de Fangcheng en el sur de la región autónoma de Guangxi. Hablan jing y leen y escriben en han.

Unidad en la Diversidad

Este es el eslogan que el gobierno chino utiliza para sintetizar su política de desarrollo y preservación de la identidad cultural. Los esfuerzos vertidos apuntan a lograr la armonía y la estabilidad social, detectando y resolviendo conflictos en la etapa de latencia, previniendo el surgimiento de focos de rebelión en zonas alejadas de las urbes, en un territorio de enorme superficie, plagado de accidentes geográficos.

Existe una base filosófica para esta posición, hallada en los Analectos de Confucio (Siglo V A.C.), Capítulo 16 (JiShi), verso 2, que reza de ésta manera:

Confucio dijo: “Cuando todo lo que está bajo el cielo sigue el camino, los ritos, la música y las conquistas militares son iniciados por el Hijo del Cielo. Cuando todo lo que está bajo el cielo se aparta del camino, los ritos, la música y las conquistas militares son iniciados por los soberanos. Cuando son iniciados por los soberanos, rara vez duran más de diez generaciones. Cuando son iniciados por los funcionarios, rara vez duran más de cinco generaciones. Cuando el destino del estado está en las manos de los funcionarios de la familia, rara vez duran más de tres generaciones. Cuanto todo lo que está bajo el cielo sigue el camino, el gobierno no está en poder de los funcionarios. Cuando todo lo que está bajo el cielo sigue el camino, no habrá discusión entre la gente.”

El mediador chino

Desde la antigüedad, el sistema de mediación civil ha tenido una larga historia como el medio para zanjar desacuerdos civiles, aportando una gran influencia en los procesos judiciales. Se manifiesta como el producto del funcionamiento conjunto de factores multiculturales, siendo la idealización del estado social pacífico y armónico imaginado en la Antigua China, planteándose como una alternativa válida para resolver disputas en una sociedad ceremoniosa y cuidadosa de las relaciones interpersonales.

Tanto la mediación como la negociación son dos conceptos que en China Continental se han ejercitado desde larga data. En los textos de Confucio, se manifiesta que las desavenencias deben resolverse mediante la persuasión moral y el acuerdo, y no bajo coacción, y también que la armonía natural de las relaciones humanas no debe interrumpirse. La mediación en China se ha practicado en forma sistemática en los Tribunales Populares de Mediación, establecidos en el sistema legal.

En el Articulo N° 111 de la Constitución de la República Popular China, vigente desde el 4 de diciembre de 1982 se establece que:

Los comités de vecinos o de aldeanos que se instituyen en las ciudades y aldeas según el área donde habitan, son entidades autonómicas de base de las masas. El presidente, los vicepresidentes y los miembros de los comités de vecinos o de aldeanos son elegidos por los habitantes de cada área. Las relaciones entre los comités de vecinos o de aldeanos y los órganos de poder de base serán determinadas por la ley.

En los comités de vecinos o de aldeanos se instituyen comisiones de mediación popular, de seguridad pública, de salud pública, etc., las cuales se encargan de los asuntos públicos y de bienestar de la comunidad del área correspondiente, median en los litigios entre residentes y prestan su ayuda al mantenimiento del orden público, así como hacen llegar a los gobiernos populares las opiniones y demandas de las masas y les formulan propuestas.

El Confucianismo y el Taoísmo son esquemas filosóficos fundamentales para la idiosincrasia china, y en ambos; los conceptos de relación social, armonía y cooperación son fundamentales. Incluso en el Libro de las Mutaciones (I Ching o Yi Jing), donde el grafema [?] es traducido a veces como “Paz” y otras como “Armonía”. Se hace referencia al principio fundamental de:

“Cielo y Tierra se unen: la imagen de La Paz.

Así reparte y completa el soberano

el curso de cielo y tierra,

fomenta y ordena los dones de cielo y tierra,

con lo cual asiste al pueblo”.

Durante los últimos 2.000 años, el Confucianismo y el Taoísmo han condicionado el diseño de los sistemas políticos, educativos y económicos de China, influenciando igualmente los patrones de conducta y pensamiento de sus habitantes.

En la historia y la mitología chinas abundan relatos en los cuales la mediación es el tema excluyente. Por todo ello, pareciera ser que la resolución de disputas por métodos pacíficos en China puede considerarse como parte inseparable de su civilización.

En la República Popular China, se encuentra vigente desde el 1 de enero de 2011 la “Ley de Mediación Popular”, que en su Artículo 2 define tal actividad como:

“…el proceso de persuasión a las partes envueltas en una disputa para lograr un acuerdo de mediación sobre la base de negociación equitativa y libre…”

Más adelante, en el Artículo 14, establece que

“Los mediadores deben ser ciudadanos adultos, que serán imparciales, honestos y dedicados a la tarea de mediación popular, teniendo un cierto nivel de educación, conocimiento de procedimientos y de legislación”.

En el contexto internacional, las técnicas chinas de negociación y mediación están haciendo impacto en variados sectores de la práctica: la administración, la diplomacia, los negocios, etc.:

Podemos afirmar al respecto que universidades de renombre, como Berkeley (Estados Unidos), California (Estados Unidos), Ginebra (Suiza), Harvard (Estados Unidos), Lausana (Suiza), Victoria (Australia) incluyen en su currícula varias consideraciones a los métodos de negociación y mediación utilizados en China.

Historia de la Mediación en China

La mediación en China ha sido practicada durante más de 2.000 años, con registros verificables de haber sido aplicada en tiempos de la Dinastía Zhou Occidental (1146 A.C. – 771 A.C.) y luego a nivel nacional durante la Dinastía Qin (221 A.C. – 207 A.C.). Aún con el advenimiento del Legalismo durante el Siglo 3 D.C., existía una alta preferencia en contra de entablar juicios, y a favor de la mediación a través de la historia en la China Imperial, aún durante la Dinastía Qing, que finalizara en 1911. Luego de establecida la República Popular China en 1949, el sistema legal y el de mediación se desarrollaron en conjunto. La Constitución China de 1982 restableció los Comités de Mediación Popular, que conducen mediaciones en vecindarios, villas y lugares de trabajo, configurando un sistema que continúa hasta el día de hoy.

Los orígenes de la mediación en China hoy están basados tanto en la filosofía Confucianista como en el pensamiento Maoísta. Los principios Confucianistas incluyen la preferencia por resolver disputas en forma privada, la tarea de preservar la armonía social natural, el valor del "compromiso" en la resolución de la disputa, y el valor de la "auto-crítica". En la visión del Presidente Mao, estos mismos valores Confucianistas y el proceso de mediación fueron usados para estabilizar el control gubernamental de las masas y promover armonía social.

Debido al notable incremento en procesos judiciales durante los años ‘90, el Gobierno Chino promulgó una nueva legislación para Mediación Popular el 28 de agosto de 2010, con vigencia a partir del 1 de enero de 2011, para entusiasmar a quienes estuvieran envueltos en disputas civiles para usar la mediación. La ley suspende los juicios pendientes, para otorgar a las partes la posibilidad de resolverlos por la mediación, y establece que los acuerdos conformados por mediación son válidos como si fueran contratos ante los Tribunales.

En la China moderna, existen dos categorías de mediación; la Mediación Comunitaria (Ren Min Tiao Jie), que es parte del Sistema de Resolución Alternativa de Disputas, y la Mediación Judicial (Fa Yuan Tiao Jie), que es parte del Sistema Judicial.

Etimología

Mucho se ha dicho y escrito sobre la etimología de las palabras ‘mediación’, ‘mediar’, ‘mediador’, por lo que resulta innecesario ahondar en ese tópico.

Resulta, sin embargo, interesante ahondar en la etimología del vocablo chino, que se ha generado en forma independiente del vocablo ‘mediar’ y sus derivados, de origen latino.

En su caso, el vocablo chino etimológicamente se compone de:

? Tiáo, cuyos significados en castellano son ‘armonizar’, ‘reconciliar’, ‘mezclar’, ‘tentar’, ‘provocar’, ‘incitar’. Los componentes primitivos son ? (? yán) ‘palabras’ y ? (zhou) ‘anillo’ o ‘circuito’.

? Jie, cuyos significados en castellano son ‘dividir’, ‘desatar’, ‘liberar’, ‘explicar’, ‘destrabar’, ‘analizar’. Los componentes primitivos son ? (jiao) ‘cuerno’, ? (dao) ‘cuchillo’, y ? (niú) ‘buey’.

Así tenemos el vocablo [??] o [??] Tiáo Jie, que en conjunto significa ‘mediar’ o ‘mediación’, ‘acomodar’, ‘pacificar’. Pero no se trata acá simplemente del significado de una palabra, sino de un mensaje filosófico implícito en sus componentes. Los caracteres chinos o sinogramas no son, generalmente, un dibujo caprichoso, sino una representación abstracta de un concepto filosófico.

Revisando el significado de sus partes componentes, podemos extrapolar un mensaje que incita a “promover la armonía a través del diálogo, analizando detalladamente los hechos”.

Mediación Comunitaria

[????] Ren Min Tiao Jie, ha sido repetidamente traducido como Comités de Mediación Popular, Comités de Conciliación Popular, o Comités de Residentes en el Vecindario. Estos Comités se establecen en villas, ciudadelas, unidades laborales, y en organizaciones regionales o profesionales con el fin de gestionar asuntos civiles, o criminales de poca importancia. Cada Comité está compuesto por individuos de la comunidad, que se caracterizan por ser justos e imparciales. Generalmente, se los elige por un término de 3 años y reciben un pequeño estipendio de parte del gobierno para proveer servicios de mediación, así como para instruir a la población acerca de tópicos legales. No existe costo para las partes por parte de quien use estos servicios. El proceso de mediación es flexible, y puede servirse de un mediador o de un panel de mediadores. El mediador se reúne con las partes ya sea individual o conjuntamente y los ayuda a resolver la cuestión.

Citamos a continuación un fragmento de un artículo publicado por Kenneth Cloke; reconocido mediador; Director del Centro para la Resolución de Disputas de Santa Mónica, California (EEUU):

En China, con el mayor apoyo de la población existe uno de los programas de mediación mayor y más completo del mundo. En el país asiático, la mediación no sólo es un mecanismo de solución de conflictos, sino un método para ejercitar los valores sociales con la participación directa de las partes en conflicto y con su protagonismo, sobre todo en el campo, en las fábricas y en las minas, con alguna incidencia en la comunidad vecinal. En Chongqing, una ciudad de casi 12 millones de habitantes, funcionan 11.855 comités de mediación con 90.638 mediadores. Un mediador por cada 100 habitantes. En 1983 se mediaron 130.262 disputas con el 95,7 % de solución. El 31 % de estas disputas eran de carácter familiar, el 29 % era sobre relaciones entre los vecinos, 17 % eran disputas relativas a la propiedad rural y agrícola, y el 23 % eran de carácter industrial. De las 13.000 disputas que se presentaron en Chongqing el 80 % fue resuelto y no pasaron a proceso judicial.

El éxito del método se observa en el crecimiento proporcional de los casos. Antes de 1998, había 987.000 Comités de Mediación Popular y 10 millones de mediadores en todo el país. Sólo en el año 2000, los Comités resolvieron 5,02 millones de disputas civiles, con una tasa de éxito del 94,8 %. Según el diario chino People’s Daily de fecha 7 de julio de 2007, "Los Comités de Mediación Popular han resuelto 15,8 millones de disputas, con un tasa de éxito superior al 95 %".

Tanta es la importancia que el propio gobierno reconoce y promueve el sistema, al que denomina como la “primera línea de defensa para garantizar la estabilidad social”.

Mediación Judicial

[????] Fa Yuan Tiao Jie, forma parte del Procedimiento Civil en el sistema judicial de China. En tales casos, el juez al que se asigna el juicio también conducirá la mediación. A diferencia de la Mediación Comunitaria, debido a que el proceso de mediación se integra con el proceso de litigación, existe un costo adicional para el mismo, no siendo gratuito para las partes. El Juez Mediador puede imponer a las partes que asistan al juzgado, o bien puede asistir personalmente al poblado para investigar y conversar con las partes y los testigos. Existe un elemento de valoración en el proceso, en tanto que el Juez Mediador puede señalar debilidades, puede aplicar ciertos valores culturales o legales para conducir a un acuerdo, puede sugerir propuestas de acuerdo, y puede enfatizar los beneficios económicos o sociales del acuerdo. A pesar de ser considerado un proceso voluntario, algunos críticos creen que existe un elemento coercitivo en la mediación. Una vez que se arriba a un acuerdo, el Tribunal redacta un Acta de Mediación que incluye los reclamos, los hechos, y el acuerdo de resolución. Ese documento es luego firmado por las partes y tiene el efecto de una sentencia judicial.

La Mediación Intercultural

El gobierno de la República Popular China otorga elevada importancia a la mediación, como sistema extrajudicial para la resolución de disputas, que a su vez permite descentralizar funciones y mantener una carga de trabajo regulada en el Poder Judicial.

Adicionalmente, se concibe la mediación intercultural, como una forma de desarrollar vínculos de sociabilidad entre personas de diferentes culturas que residen en un mismo territorio.

Siendo un vasto territorio poblado por diferentes etnias, y siendo que los usos y costumbres de cada una de ellas son diferentes, surge una variedad de fuentes de conflicto, respecto de varios aspectos de la cotidianeidad, como por ejemplo:

Percepción selectiva de objetos

El tiempo, por ejemplo, es percibido de distinta manera según el bagaje cultural heredado. En algunas culturas, el tiempo está orientado hacia el presente y el futuro, mientras que en otras se hace hincapié en el pasado, resaltando los valores morales y los ancestros.

La mentira o el engaño, incluso, son relativizados en algunas culturas. En algunos ambientes, no se acepta faltar a la verdad, mientras que en otros se tolera una cierta falta de sinceridad, si ello contribuye a preservar la armonía del conjunto.

Percepción selectiva del lenguaje

Diferentes componentes del lenguaje tiene diferente significancia, según la cultura de procedencia, tanto para el lenguaje digital como para el analógico.

Hablar en voz alta puede ser absolutamente normal para integrantes de ciertas culturas, mientras que para otras puede tomarse como un gesto de mala educación.

Si un latinoamericano asiente con la cabeza, está manifestando su acuerdo y conformidad con un interlocutor, mientras que si un chino asiente con la cabeza, simplemente está aseverando que escucha atentamente al interlocutor.

Para un natural de la India, mover la cabeza de un lado hacia el otro significa afirmación, mientras que subir y bajar la cabeza significa negación, algo totalmente opuesto al gesto occidental.

Un dedo pulgar hacia arriba significa que “todo está bien” en América, mientras que en Europa Central se relaciona con el número uno, y en Irán implica un gesto obsceno.

Si alguien es invitado a una comida, y se retira en seguida de terminarla, en China implica que el invitado ha estado muy a gusto, y satisfecho. Quedarse más tiempo significaría que espera que aún le traigan más comida. En países como Canadá, Estados Unidos, Sud América y varios países europeos, los anfitriones esperan que los invitados permanezcan de sobremesa y conversen, siendo interpretado como un gesto grosero el retirarse al final de la comida.

El simple gesto de acariciar la cabeza de un infante significa, en algunas culturas, una actitud de simpatía y cariño, mientras que en otras tiene connotaciones ofensivas.

En algunas culturas se exige que las mujeres lleven el rostro cubierto, mientras que en otras ese aspecto conlleva una connotación de seguridad, al asociarlos con delincuentes enmascarados.

En el aspecto de la salud, una transfusión sanguínea puede ser lo primero que se requiera en un caso de primeros auxilios, mientras algunas religiones la consideran como un acto no permisible.

Tomar una fotografía puede parecer lo más natural del mundo para un turista, pero existen culturas que piensan que, si alguien les toma una fotografía, les quita el alma.

Percepción selectiva de relaciones

Existen culturas donde se celebra y mantiene a los mayores, mientras que en otras se los considera material desechable.

También algunos grupos consideran normal la segregación de la mujer en las actividades comerciales o sociales, mientras que en variados ámbitos, ese comportamiento es considerado como discriminación de género.

El tipo de contacto físico entre los interlocutores difiere entre culturas. Entre los latinos; los abrazos, los apretones de manos y los besos en la mejilla pueden ser moneda corriente, mientras que en otras culturas esas demostraciones quedan reservadas para ciertos casos de intimidad, y en otro entorno se interpreta como un exceso de confianza.

Mantener la armonía

En el caso específico de la República Popular China, la mediación intercultural se presenta como una decisión estratégica para mantener la paz. Dista mucho de ser una simple coincidencia o una creación circunstancial.

Tratándose de un territorio sumamente extenso y de orografía variable, con sitios de difícil acceso y muchas veces aislados por factores climáticos, se corre un grave riesgo si los núcleos de asentamiento humano se mantienen aislados.

De su propia historia, los chinos aprendieron que un grupo humano aislado, sin contacto con los centros de gobierno, comienza a manifestarse en forma independiente, para generar a continuación movimientos secesionistas, que precisan luego de la intervención central a modo de control.

En un principio, al establecerse la Dinastía Zhou Oriental (770-256 A.C.) el poder estaba descentralizado, y eso conspiró para que los caudillos regionales disputaran la respectiva predominancia territorial con el rey. Es lo que se conoce como el período de los Reinos Combatientes (475 A.C.- 403 A.C.), donde siete reinos (Qi, Chu, Yan, Han, Zhao, Wei y Qin) luchaban entre sí, hasta ser unificados en forma sangrienta por el reino de Qin en 221 A.C.

Con el correr de los tiempos, nuevas reunificaciones y revueltas ocurrieron, desde las postrimerías de la revolución de 1911, desde 1916 y hasta el año 1928, los caudillos del norte y del sur luchaban entre sí para obtener la predominancia del poder.

Muy lejos está este ensayo de intentar un análisis diacrónico, histórico o sociológico de los vaivenes que sufrió la sociedad china hasta su última unificación como República Popular China, el 1 de Octubre de 1949, pero el punto principal del análisis consiste en demostrar que aprenden de la historia.

Retomando el tema de la mediación intercultural, se plantea ésta como una herramienta estratégica, para mantener la armonía en todos los núcleos poblacionales, sin distinción de etnias, y para poder detectar rápidamente cualquier evento que pueda requerir de control por parte del poder central.

Otros casos de Mediación intercultural

Existen otras ubicaciones donde la mediación intercultural se aplica. Es el caso de Alemania, Austria, Brasil, Bélgica, Canadá, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, México, Polonia, Portugal, Rumania, Suiza et al. No obstante, ninguno de estos países comparte las características de China en cuanto a vastedad de territorio, disparidad geográfica, volumen demográfico, rigurosidad climática o variedad étnica.

Es de notar el progreso de España, donde ésta actividad se encuentra ampliamente promovida, siendo que en varias comunidades se ha comenzado a institucionalizar la actividad, desde principios de este nuevo siglo.

Citando la introducción de un interesante artículo al respecto:

Ha surgido en España en los últimos años la idea de que una buena parte de los llamados conflictos por relaciones interculturales deben ser tratados desde la perspectiva de la mediación. Generalmente, este tipo de conflictos caracterizados por la diversidad cultural se identifican únicamente con aquellos motivados por la presencia de inmigrantes extranjeros entre “nosotros”, aplicándose en este caso el término “mediación intercultural” para referirnos a esta estrategia de aproximación a los conflictos interculturales. Junto a esta idea del uso de la mediación (considerada, como veremos más adelante, un proceso por algunos), ha surgido la figura del llamado/a “mediador/a intercultural” como el elemento clave y necesario para llevar a cabo este tipo de intervención social. Resulta curioso, sin embargo, constatar cómo la aparición de esta “nueva” figura social ha estado ligada, en gran medida, al crecimiento de la presencia de población inmigrante extranjera.

Aplicación en Argentina

Los censos

Respecto de los pueblos originarios, se conoce la distribución, a partir de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI), con base en el Censo de Población del año 2004-2005, realizado por el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina).

Más adelante, con el Censo de Población efectuado en el año 2010, se pudo determinar lo siguiente:

1. Pueblo Atacama: Fundamentalmente radicado en la provincia de Jujuy, consiste en 13.936 individuos. Su lengua es el Kunza.

2. Pueblo Ava guaraní: Radicado en las provincias de Jujuy y Salta, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fé, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires, consiste en 17.899 individuos. Su lengua es el Tupí-Guaraní.

3. Pueblo Aymara (o Aimará): Ubicada en el Altiplano, entre Perú, Bolivia y Chile. Son 20.822 individuos distribuidos en el país. Su lengua es el Aymara.

4. Pueblo Chané: Fundamentalmente radicado en la provincia de Salta, se trata de 3.034 individuos. Su lengua es el Arawak.

5. Pueblo Charrúa: Fundamentalmente radicado en la provincia de Entre Ríos, se trata de 14.649 individuos. Su lengua es el Charrúa.

6. Pueblo Chorote: Fundamentalmente radicado en la provincia de Salta, se trata de 2.270 individuos. Su lengua es el Chorote.

7. Pueblo Chulupí: Fundamentalmente radicado en las provincias de Formosa y Salta, se trata de 1.100 individuos. Su lengua es el Chulupí o Nivaclé.

8. Pueblo Comechingón: Fundamentalmente radicado en la provincia de Córdoba, se trata de 34.546 individuos. Su lengua era la Comechingona, que se considera extinta.

9. Pueblo Diaguita / Diaguita calchaquí: Distribuido en las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán, Catamarca, Córdoba, La Rioja, Santa Fe y Santiago del Estero, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires, abarcando 67.410 individuos. Su lengua era el Kakán, que se considera extinta.

10. Pueblo Guaraní: Distribuido en las provincias de Jujuy y Salta, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires, se trata de 105.907 individuos. Su lengua es el Tupí-Guaraní.

11. Pueblo Huarpe: Distribuido en las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires, se trata de 34.279 individuos. Su lengua es el Huarpe.

12. Pueblo Kolla: Distribuido en las provincias de Jujuy y Salta, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires, se trata de 65.066 individuos. Su lengua es el Quechua.

13. Pueblo Lule: Distribuido sin especificidad, se trata de 3.721 individuos en todo el país. Su lengua era el Lule-Tonocoté.

14. Pueblo Maimará: Concentrado en la provincia de Jujuy, se trata de 1.899 individuos. Pertenecen a la cultura Omaguaca, y su lengua es el Quechua.

15. Pueblo Mapuche: Originales del Aconcagua y la isla de Chiloé, se distribuyen en las provincias de Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego, La Pampa y Provincia de Buenos Aires, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires. Consiste en 205.009 individuos. Su lengua es el Mapudungun.

16. Pueblo M’byá guaraní: Concentrado en la provincia de Misiones, consiste en 7.379 individuos. Su lengua es el M’byá, y también el Guaraní.

17. Pueblo Mocoví: Distribuido principalmente en las provincias de Chaco y Santa Fe, suma 22.439 individuos. Su lengua es el Qom laqtaq, de la familia lingüística Guaycurú.

18. Pueblo Omaguaca: Distribuido principalmente en la provincia de Jujuy, suma 6.873 individuos. Su lengua es el Quechua.

19. Pueblo Ona: Distribuido en Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires, suma 2.761 individuos. Su lengua era el Selknam, que actualmente se considera extinta.

20. Pueblo Pampa: Distribuido sin especificar, suma 22.020 individuos. Su lengua es el Pampa o Tehuelche.

21. Pueblo Pilagá: Fundamentalmente radicado en la provincia de Formosa, abarca un total de 5.137 individuos. Su lengua es el pilagá, perteneciente a la familia Guaycurú.

22. Pueblo Quechua: Fundamentalmente radicado en las provincias de Jujuy y Salta, abarca un total de 55.493 individuos. Su lengua es el Quechua.

23. Pueblo Querandí: Distribuido sin especificar, suma 3.658 individuos. Su lengua es el Pampa o Tehuelche.

24. Pueblo Rankulche: Fundamentalmente radicado en la provincia de La Pampa, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires, suma 14.860 individuos. También llamados ranqueles, su lengua es el Rankulche, emparentado con el Pampa o Tehuelche.

25. Pueblo Sanavirón: Principalmente radicado en la provincia de Córdoba, consiste en 2.871 individuos. Su lengua es la Sanavirona, emparentada a su vez con la Comechingona.

26. Pueblo Tapiete: No se trata de un pueblo originario, sino de los descendientes de un grupo que oportunamente migró desde Paraguay. Está radicado en la provincia de Salta, y consiste en 407 individuos. Su lengua es el Tupí-Guaraní.

27. Pueblo Tehuelche: Distribuido en las provincias de Chubut y Santa Cruz, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires, abarca 27.813 individuos. Su lengua es el Pampa o Tehuelche.

28. Pueblo Toba: Distribuido en las provincias de Chaco, Formosa y Santa Fe, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires, abarca 126.967 individuos. Su lengua es el Qom laqtaq, de la familia lingüística Guaycurú.

29. Pueblo Tonocoté: Distribuido sin especificar, suma 4.853 individuos. Su lengua era el Lule-Tonocoté, que se considera extinta, y hablan en la actualidad un dialecto propio, derivado del Quechua santiagueño.

30. Pueblo Tupí guaraní / Chiriguano: Distribuido principalmente en las provincias de Jujuy y Salta, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe, así como en el Area Metropolitana y Ciudad de Buenos Aires, abarca un total de 3.715 individuos. Su lengua es el Tupí Guaraní.

31. Pueblo Vilela: Se encuentran ubicados en las provincias de Chaco y Santiago del Estero, totalizando 519 individuos. Su lengua era el Vilela, perteneciente al grupo Lule-Vilela, y que se considera extinta. Sus integrantes han asimilado el Qom laqtaq, de la familia lingüística Guaycurú.

32. Pueblo Wichí: Distribuido principalmente en las provincias de Chaco, Formosa y Salta, abarca un total de 50.419 individuos. Su lengua es el Wichí, perteneciente a la familia lingüística Mataguaya.

33. Existen un total adicional de 5.301 individuos que no fueron tipificados bajo ningún grupo étnico determinado.

Como consecuencia de este esfuerzo, se sabe que la población indígena o descendiente de pueblos indígenas u originarios son 955.032 individuos.

Según el criterio adoptado al efectuar el censo, “Se considera población indígena a las personas que se autorreconocen como descendientes (porque tienen algún antepasado), o pertenecientes a algún pueblo indígena u originario (porque se declaran como tales)”.

La situación argentina

Los datos que anteceden distan mucho de ser un análisis de situación adecuado. Constituyen simplemente una apropiada síntesis estadística, suficiente para demostrar que el territorio de la República Argentina está conformado, en cuanto a poblaciones originarias se refiere, por diversos grupos humanos que tienen diversa procedencia, diversa cultura, y por lo tanto necesidades, creencias, percepciones y filosofías.

A esto se le debe agregar las poblaciones introducidas desde la época de la colonia, conformadas por europeos y afrodescendientes; y más recientemente; asiáticos.

Hacia el año 1910, con motivo de los festejos por el Centenario de la Independencia, se acuñó el término “crisol de razas”, sugiriendo que se concebía la nación como una fusión de todos los grupos étnicos que habitaban la Argentina, viejos y nuevos, que habría generado una “raza argentina” homogénea.

Este término ha resultado ser un mito, ya que en los más de cien años transcurridos desde entonces, se advierten claramente las diferencias entre los inmigrantes de origen español o italiano, británico, alemán, francés, israelita, sirio-libanés y otras procedencias. Además, la inmigración desde otros países sudamericanos también se hizo notar. Criollos, indígenas, mestizos, mulatos, inmigrantes viejos y nuevos que hablaban decenas de lenguas distintas… La población es un verdadero muestrario de heterogeneidad.

Tal diversidad o heterogeneidad persistente, es consecuencia en parte de la falta de políticas públicas de integración social. Es necesario, por lo tanto, formular algún tipo de guía u hoja de ruta que permita comenzar a transitar un camino que construya la armonía.

Por éste motivo, es que en éste ensayo intenta abordar una comparación con el método de la República Popular China. Otras sociedades han abordado la cuestión de la interculturalidad para resolver problemas surgidos por la inserción de grupos inmigrantes, siendo que ya tienen una identidad nacional conformada. En el caso chino, se reconoce que el ser nacional es pluriétnico, y se intenta reconocer y preservar a cada uno de los diferentes grupos, en cuanto a tradición, cultura y lengua.

A modo de inspiración, citamos un fragmento de la Introducción de una publicación titulada “Mediación Intercultural en el ámbito de la salud. Programa de formación”.

“El gran reto que se deriva de este cambio es el de lograr la integración de las partes en un todo en el que nadie se sienta discriminado por el hecho de pertenecer a una determinada minoría étnica o cultural. La mediación intercultural aparece como una de las respuestas más eficientes en la promoción de la integración de estas personas en cualquiera de las áreas de la sociedad, como, por ejemplo, la judicial, la escolar, la social o la sanitaria.”

“Con la nueva figura de los mediadores interculturales se ha tratado de cubrir las necesidades relacionadas con las diferencias lingüísticas y culturales que impiden el acceso de los inmigrantes a servicios públicos de calidad.”

El desafío

Habida cuenta de que la falta de armonía social se produce, en varios casos, por una falta de comunicación entre diferentes entidades, que tienen a su vez diferente bagaje cultural, diferentes costumbres y necesidades, y a veces diferente lenguaje, estamos en condiciones de definir el problema.

Aplicando un análisis basado en la Teoría de la Comunicación, podríamos decir que el emisor produce un mensaje basado en un protocolo desconocido para el receptor, y por lo tanto éste es incapaz de decodificar acertadamente el contenido, y como consecuencia, no lo comprende, o lo comprende de manera incorrecta.

El objetivo final es facilitar la comunicación, a fin de eliminar interferencias y ruidos, permitiendo que cada receptor interprete exactamente el mensaje producido por el emisor.

Hace falta entonces, la intervención de un agente catalizador, un agente externo que controle que ambos agentes intervinientes en la comunicación utilicen un protocolo unificado, de modo que cada mensaje emitido sea correctamente interpretado por el receptor. Técnicamente, en el ámbito de la Comunicación de Datos, esto se llama “configurar la interfase”, “definir el protocolo” y “validar los datos”, y esas tareas las cumple este nuevo agente, que es el Mediador Intercultural.

Entidades en pugna

Hemos utilizado el término ‘entidades’ para englobar los conceptos de persona que pueden ser partícipes de un conflicto intercultural. Las personas físicas, en cuanto a individuos, pueden estar en conflicto con otros iguales, o bien con personas ideales o jurídicas. El caso más simple sería la del conflicto entre dos seres humanos entre sí, pero a veces el conflicto se plantea entre un individuo y una institución, o entre dos instituciones. Supongamos, por ejemplo, el caso de un alumno dentro de una institución educativa, que no acepta cumplir ciertas consignas por resultar opuestas a su propia culturalidad. O bien, puede ocurrir un conflicto entre un paciente y una institución de salud. En cualquiera de estos casos, será el mediador intercultural quien deba explorar el conflicto, para coadyuvar en la resolución del mismo.

De hecho, cualquier tipo de conflicto puede tener su origen en la multiculturalidad, y resulta conveniente citar un ejemplo al respecto:

En una empresa alemana de la industria de medios entró a trabajar un miembro altamente calificado de procedencia china. Al poco tiempo comenzaron a producirse roces, durante los cuales el colega chino afirmaba que su trabajo no era valorado, y sus sugerencias no eran consideradas. En contraste, sus colegas se quejaban de su falta de cooperación.

El supervisor del grupo estaba disgustado con la calidad de los resultados obtenidos, que estaban por debajo de las expectativas, así como la falta de cumplimiento en las fechas de entrega. Hasta cierto punto, estaba considerando cancelar el contrato con el altamente calificado empleado chino.

A través del diálogo, fue posible examinar las diferentes percepciones de la situación. Los malentendidos, que eran el resultado de diferentes trasfondos culturales y dificultades idiomáticas, resultaron evidentes. Se establecieron acuerdos respecto de la comunicación de resultados y las sugerencias para mejoras, y se obtuvo la cooperación.

Perfil del Mediador Intercultural

Quien actúe como Mediador Intercultural deberá reunir una serie de cualidades que le permitan resolver el conflicto, sin quedar atrapado en el mismo. Cada una de estas personas tiene un bagaje individual que contextualiza sus propias expectativas al trabajar con población de diferente extracción cultural. Es por ello que tiene que contar con unas actitudes específicas, sin las cuales no podría desarrollar su trabajo de manera adecuada.

Al respecto, existen cinco principios básicos a cumplir en las prácticas por parte del Mediación Intercultural.

1. Flexibilidad

El concepto implica la habilidad o elasticidad mental que permite al mediador tanto involucrarse como apartarse del medio cultural en que se ha involucrado. Es esa adaptabilidad que permite definir el momento de preguntar y el de escuchar, así como la flexibilidad interior que permite contemplar al mundo como una serie de significados, en lugar de hechos. Rasgos asociados a éste tipo de flexibilidad incluyen asombro, admiración y creatividad. Es una conducta adquirida para adaptarse y adoptar.

2. Tolerancia:

Es la independencia ante la intolerancia o el prejuicio respecto de las visiones, creencias o prácticas de otros, aunque sean opuestas a las propias. La tolerancia también es la habilidad desarrollada para resistir los efectos perniciosos de la intolerancia y el prejuicio. La tolerancia es frecuentemente visualizada como un valor de segunda clase, y menos publicitada que sus parientes más reconocidos: transparencia, comprensión empática y valoración etnorelativa. La tolerancia, más que cualquier otro principio individual, es el rasgo que cualquier mediador precisa practicar a diario.

3. Esperanza:

El mediador debe ser un faro de esperanza, un farol que ilumina los bajíos rocosos de aguas traicioneras y proporciona rutas para que las partes exploren y transiten. Sin la esperanza de algo que sea mejor que lo que las partes enfrentan actualmente, hay pocas razones para que éstas se aventuren fuera de lo familiar (no importa cuán disfuncional y conflictivo) a algo que no les es familiar.

4. Respeto:

Permite al mediador darse cuenta de que el proceso es negociable, y que a fin de reconocer y comprender las creencias y los valores culturales de las partes, los respectivos protocolos culturales de cada parte deben ser explicitados y discutidos por las mismas. Al facilitar esta comprensión y discusión, el mediador proporciona la oportunidad para la construcción de estructuras de mediación culturalmente pertinentes que reflejen las necesidades y los valores culturales de las partes. El respeto incluye comprender que hay una riqueza de inteligencia en el mundo y que hay muchas maneras correctas de hacer las cosas.

5. Curiosidad:

Es una pieza base, tanto para la práctica de mediación como para la comunicación intercultural. Algunos de los indicadores son un marcado interés en todo tipo de aprendizaje: aprender acerca de uno mismo, acerca de los demás, acerca de cómo los demás se ven a sí mismos. Un mediador curioso estudiará sus propios valores culturales y las historias y las culturas de otros, y va a querer saber los "por qué" y los "cómo". Estas son preguntas que abren puertas, mentes y corazones.

Entorno de la Mediación Intercultural

Con respecto a las aptitudes profesionales con que debería calificar un Mediador Intercultural, definimos que debe tener conocimientos en técnicas de análisis de la realidad, planificación de procesos de intervención social y técnicas de trabajo en grupo.

No obstante, una serie de características adicionales implican la necesidad de conformar un gabinete interdisciplinario, o un Comité de Mediación, para poder afrontar los desafíos que implica la tarea:

1. Diversidad sexual:

El equipo puede contar siempre con la perspectiva de género y con los profesionales adecuados para cada ocasión. Pensemos que pueden darse casos especiales como un maltrato a una mujer, en que ésta se sienta más cómoda hablando con otra mujer, o al contrario, un conflicto entre padre e hijo, donde el padre se sienta más a gusto tratando con un hombre.

2. Diversas áreas políticas y culturales:

Se favorece la interculturalidad desde dentro del equipo de mediadores. De ésta manera, se sinergiza la potencia del grupo, al existir la posibilidad de compartir diferentes ópticas y saberes entre los componentes del conjunto.

3. Diferentes disciplinas de aplicación:

Se aportan distintas perspectivas sobre el trabajo con disímiles grupos sociales, así se debe contar con el dominio de materias tales como antropología social y cultural, etnología, historia, pedagogía, religión, sicología, sociología, etc.:

4. Distintas experiencias vitales:

Mediadores de diversas edades o que ellos mismos hayan vivido las experiencias que motivan las consultas posibilita un mejor abordaje de los problemas a resolver.

5. Recursos lingüísticos:

Es preciso contar con recursos de interpretación de lenguas extranjeras, más allá de la simple traducción, para poder transmitir las necesidades, vivencias e inquietudes que motivan las consultas.

Conclusión

Indudablemente, la mediación es una herramienta eficaz para la solución de conflictos, a la par que un camino certero para obtener la armonía social y alivianar la carga del sistema judicial.

La República Argentina ha devenido en un territorio poblado por una sociedad multiétnica y pluricultural, donde los conflictos tienen a veces su raíz en la forma en que “el uno” percibe a “el otro”. Siendo que todos habitan el mismo territorio en igualdad de derechos, no es recomendable que alguien se presuma “el dueño” de la cultura o costumbres, y es necesario entonces avanzar en la búsqueda de un consenso, con miras a definir el auténtico ser nacional. Dadas las características de una sociedad conformada por variados grupos sociales de diferente procedencia y culturas disímiles, se hace necesario avanzar en otro mecanismo complementario de prevención y resolución de conflictos.

Es conveniente entonces, articular un mecanismo de control, destinado a detectar y administrar tales cambios, a fin de reconducir a la armonía y el equilibrio, contribuyendo al sentimiento de paz y justicia, y ese mecanismo puede ser implementado a través de la Mediación Intercultural.

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Guillermo Kleinlein

Guillermo E. Kleinlein graduated as Public Accountant, Master in Business Administration, Electronics Technician and Mediator. His activity involves Consulting in Information Technology, Technology Integration, Systems Architect. Since a very young age, he felt a strong attraction to linguistics, learning a variety of languages: Assembler, Basic, C, Chinese, Cobol, English, Fortran,… MORE >

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